quinta-feira, 5 de maio de 2011

Preludio

Las alamedas se van,
pero dejan su reflejo.

Las alamedas se van.
pero nos dejan el viento.

El viento está amortajado
a lo largo bajo el cielo.

Pero ha dejado flotando
sobre los ríos sus ecos.

El mundo de las luciérnagas
ha invadido mis recuerdos.

Y un corazón diminuto
me va brotando en los dedos.


(Federico Garcia Lorca)

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